sobre un bar IV

by parapo

Los sábados se organizan fiestas privadas. No es el momento de detallar qué tipo de fiestas son ni las consecuencias que derivan. Durante toda la noche un grupo de djs se alterna para pinchar música negra, grave. El equipo de sonido ha sido instalado para la ocasión. Los bajos suenan guturales, casi inaudibles y aún así rotundos y vibrantes. El bar entero se conmueve frente al alarde de potencia. Las botellas bailan a cada golpe y, en un descuido, terminan en el suelo. Al final duele la cabeza.

Los clientes llegan tarde, pasada la madrugada. Pero la fiesta ha comenzado antes, mucho antes. De diez a once el dj de turno ofrece la misma música que sonará después. Pero a esa hora no hay nadie para escucharla. El dj pincha para sí mismo, para los trabajadores, que reciben le música con fastidio, pues ensordece sus charlas.