by parapo

la impericia del dentista/el azar me han proporcionado un placer suplementario al que no todo el mundo tiene acceso. al reconstruir una de mis muelas, dejó un hueco que ocasionalmente se llena de carne o de cualquier otro tipo de comida correosa. cuando logro librarme de ese residuo molesto, siento como si de golpe de vaciase y purificase toda la boca, las zonas más inaccesibles y lejanas, y el vacío me da placer y algo parecido a lo que, supongo, siente una persona con un miembro amputado.