by parapo

me comentaron que en las afueras de la ciudad existe un criadero de simios (esa ha sido exactamente la nomenclatura que han utilizado: criadero de simios. hubiese preferido corral de monos, o un menos exótico y preciso tienda de mascotas. la primera fórmula me resulta demasiado explícita, casi científica. deja muy claro que en aquel lugar no venden animales de compañía sino sujetos para experimentación). le he escrito un e-mail al dueño preguntándole por el precio de un mandril. su respuesta ha sido lacónica y brutal: tan solo un par de fotografías que me han helado la sangre y que han terminado de quitarme las ganas de comprar el mono.