navidad

by parapo

contra todo pronóstico, el samurai se viste de rojo y blanco para formar parte, un año más, de la masa. su integración en los ríos humanos que surquen como corrientes las avenidas y calles comerciales de la ciudad será un hecho; los manjares elaborados para estas fechas tendrán un lugar preferente en su cabeza, cocinero y gastrónomo como él es, y ningún esfuerzo le va a costar realizar algún que otro abuso económico para satisfacer las necesidades del día para ello tradicionalmente seleccionado en su familia. el seis de enero, en este caso.

conociendo los resortes y mecanismos semi-ocultos del marketing navideño, el samurai se lanza no obstante a disfrutarlos, con todas las nostalgias artificiales que albergan y la tan habitual sombra de las multinacionales al acecho. no es frivolidad y cinismo: sólo necesidades afectivas. al perro de paulov le están llamando para comer... sería poco elegante reprocharle su instantánea voracidad.