Archive for agosto 2008



en el transcurso de un par de minutos, este hombre afirma ser abogado, profesor, embarazado, vigilante de seguridad, abogado, vigilante de seguridad, secreta, separado y divorciado de una actriz, suicida, testigo de jehová, integrante del opus dei, parado, supernumerario del opus dei, embarazada, mujer, transexual, travesti, opuesto a la transexualidad, culturista, vigilante, embarazado de seis meses de gemelos, religioso, profesor de chino mandarín, suicida, separado y colisionador de muros. en un momento de lucidez, pide que llamen a su psiquiatra pero que no le peguen. cómo no va a ser digno un hombre como él de un post en el siempre elitista El samurai entrópico?

XXVIII

El Diablo y George Sand.
-No hay que creer que el diablo tiente sólo a los hombres de genio. Sin duda, desprecia a los imbéciles, pero no desdeña su concurso. Al contrario, funda en ellos sus grandes esperanzas.
Ved a George Sand. Es, sobre todo, y más que nada, una gran idiota; pero está poseída. El diablo es quien la ha persuadido de que se fíe de su buen corazón y su sentido común, a fin de que a su vez persuada a las demás idiotas para que se fíen de su buen corazón y sentido común.
No puedo pensar en esta estúpida criatura sin cierto estremecimiento de horror. Si la encontrara, me sería imposible evitar arrojarle una pila de agua bendita a la cabeza.

de Mi corazón al desnudo (1884), de charles baudelaire

XXVII

Sobre George Sand. -La mujer Sand es el Prud-homme de la inmoralidad.
Siempre ha sido moralista.
Aunque practicaba antes la contra-moral.
Tampoco ha sido nunca artista. Tiene el famoso estilo fácil, caro a los burgueses.
Es bestia, es pesada, es charlatana. En ideas morales, tiene la misma profundidad de juicio y la misma delicadeza de sentimiento que las porteras y las prostitutas.
Lo que dice de su madre.
Lo que dice de la poesía.
Su amor por los obreros.
El que algunos hombres hayan podido enamoriscarse de semejante letrina, es una prueba palpalbe de la bajeza de los hombres de este siglo. Ver el prefacio de La señorita La Quintinie, donde pretende que los verdaderos cristianos no creen en el infierno.
La Sand está por el Dios de las buenas gentes, el Dios de las porteras y los criados ladrones.
Tiene sus buenas razones para querer suprimir el Infierno.

de Mi corazón al desnudo (1884), de charles baudelaire

LXXXV

Todos los imbéciles de la Burguesía que pronuncian sin cesar las palabras inmoral, inmoralidad, moralidad en el arte y otras estupideces por el estilo, me hacen pensar en Luisa Villedieu, puta de a cinco francos, quien acompañándome una vez al Louvre, adonde nunca había ido, sonrojándose, tapándose la cara y tirándome de la manga a cada momento, me preguntaba antes las estatuas y cuadros inmortales, cómo se podían exhibir públicamente semejantes indecencias.

Las hojas de parra del señor Nieuwerkerke.

de Mi corazón al desnudo (1884), de charles baudelaire

No se han educado para nada, lo que determinados hombres han experimentado en sus falsos cuerpos y han repetido después son automatismos contra natura.
Mi verdadero estado es inerte, mucho más allá de la vida y de la captación humanas,
es el estado de mi cuerpo cuando Él está solo.

de Carta a André Breton, Hacia el 28 de febrero de 1947, de antonin artaud.