Archive for mayo 2009

en una reunión de borrachos, tarde o temprano termina apareciendo un tema de conversación que podríamos calificar de polémico: la secreta admiración que todos sentimos por el terrorismo de estado.

el samurai entrópico II

hay algo dentro de mí que no me atrevo siquiera a sugerir. es más, lucho para que no sea conocido, lo silencio. finjo imposturas y retuerzo cinismos, camino a su lado pero no lo toco, lo evito de frente. sólo pensarlo me hace llorar. no puedo si quiera imaginar que alguien llegase a descubrirlo. es la última sinceridad, la que nadie dice. es vergüenza, es derrota. siempre ha estado ahí y siempre estará aunque casi nunca piense en ella. de ella proviene todo lo malo y lo torpe que hay en mí. ¿es tan importante? no. en el mundo de los adultos no sirve para casi nada, pero siempre me acompañará como un lastre, como un recuerdo. porque su importancia es capital, casi atroz, aunque la banalicemos e incluso lleguemos a confesarla en una vejez desencantada. los adultos la han privado de su valor, pues esa es la única manera de seguir viviendo, de desligarte de las cadenas. pero las victorias, las únicas victorias importantes, se dan en la arena donde luchan los jovenes, desbocados y deprimidos, siempre pasionales. esa arena que evitaste, samurai entrópico, para no afrontar lo que de verdad eres.

guía paras

Tuk-tuk
delicioso y barato noodle bar, pero con unos espejos tan abominables o más que la cópula.

un mio gioco di sillabe t'illuse

(...) Si ode un latrato e un passo, si schiude cautamente
la porta... In quel silenzio di chiostro e di caserma
vive Totò Merùmeni con una madre inferma,
una prozia canuta ed uno zio demente.

II

Totò ha venticinque anni, tempra sdegnosa,
molta cultura e gusto in opere d'inchiostro,
scarso cervello, scarsa morale, spaventosa
chiaroveggenza: è il vero figlio del tempo nostro.

(...)

Dopo lo studio grave, scende in giardino, gioca
coi suoi dolci compagni sull'erba che l'invita;
i suoi compagni sono: una ghiandaia rôca,
un micio, una bertuccia che ha nome Makakita...

(...)

IV

Totò non può sentire. Un lento male indomo
inaridì le fonti prime del sentimento;
l'analisi e il sofisma fecero di quest'uomo
ciò che le fiamme fanno d'un edificio al vento.

(...)

V

Così Totò Merùmeni, dopo tristi vicende,
quasi è felice. Alterna l'indagine e la rima.
Chiuso in se stesso, medita, si accresce, esplora, intende
la vita dello Spirito che non intese prima.

Perché la voce è poca, e l'arte prediletta
immensa, perché il Tempo - mentre che io parlo! - va,
Totò opra in disparte, sorride, e meglio aspetta.
E vive. Un giorno è nato. Un giorno morirà.

de Il reduce (Totò Merùmeni), de guido gozzano

música brasileña I

eu quis lutar
contra o poder do amor,
cai nos pés do vencedor
para ser o serviçal
ce um samurai.
Mas eu tô tão feliz!
de Samurai, de Djavan

contra el arte III

cada pitufo lleva consigo una marca propia. puede tratarse de una profesión o un rasgo de su carácter. la única condición, la que lo convierte en un verdadero pitufo, es que esa marca debe quedar patente en todo momento, y debe ser exclusiva e inviolable. para el pitufo carpintero su oficio representa su esencia, lo que él es dentro de su comunidad. se trata de una interpolación del ideal de sociedad medieval bajo el poder del gremio y los estamentos. 

existen, sin embargo, dos tipos de pitufo: los que hacen algo y los que son algo. en el primer grupo incluiríamos al herrero, al carpintero, incluso al estudioso (al que nunca se considera inteligente. su estudio es pura gimnasia intelectual, si profundidad. no emana como la sabiduría, sino que es adquirido como el conocimiento). en el otro grupo de pitufos encontramos al enamorado, al fortachón, al bromista, al gruñón. la labor de cada uno de estos pitufos dentro de la comunidad es puramente sensorial. son parasitos que viven del esfuerzo ajeno, pues no trabajan. su manera de compensar al resto de pitufos trabajadores es a través de la expresividad continua de su rasgo identificativo. el gruñón ha de ser gruñón porque todos necesitamos alguna vez el dolor de la sinceridad. el cómico nos hace reír, y también podemos reírnos del sensible y de nosotros mismos, y emocionarnos cuando, por cualquier motivo, nos sorprendemos imitando su ñoñería, llorando como criaturas. los pitufos sensoriales son los artistas.

¿puede un pitufo del primer tipo, del tipo proletario, enfadarse? ¿puede amar? ¿puede recrear sentimientos que constituyen la esencia y, en cierto sentido, la profesión de otros pitufos? entraría en conflicto con una certeza primordial dentro del mundo de los pitufos: a pesar del grotesco parecido físico entre ellos, no existen dos iguales. pero los sentimientos son universales, también dentro de esta comunidad. los pitufos proletarios pueden enamorarse, pueden reír y llorar. no hay duda de eso. ¿podríamos entonces confundir a un eventualmente enfadado pitufo panadero con el propio pitufo arisco? ningún rasgo físico los separa (es ingenuo suponer que el pitufo panadero no suelta su rodillo de amasar jamás). son perfectamente equívocos. entra en juego entonces la mejor o peor capacidad para expresarse dentro de un sentimiento concreto. el pitufo arisco debería ser más y mejor arisco que el enfadado pitufo panadero. debería ser capaz de dejar clara la diferencia entre una mala tarde y toda una vida dedicada al mal humor. su lugar dentro de la comunidad está en juego.

coda: una lectura semejante deja en muy mal lugar la útilidad de la pitufina, cuyo trabajo es ser mujer, y arroja un inquietante interrogante sobre la figura del pitufo negro. un pitufo sin oficio ni rasgo propio, que al morder a otro pitufo le contagia su color y su irracionalidad. una alegoria del zombie, de la brutalización.

contra el arte II

artistas contemporáneos: ya que no tienen técnica ni ambición, que al menos tengan estilo. es de mal gusto confundir a los críticos mimetizando tus obras con el resto de la nube. 

contra el arte I

la humanidad se ridiculiza a sí misma en los museos de arte contemporáneo.

luca brasi

Sollozzo: tienes que hablar con Sonny, tienes que hablar también con los otros, con Tassio, con Clemenza. Vale la pena, Tom.

Tom: lo intentaré. Pero ni siquiera Sonny podrá contener a Luca Brasi.


no hace falta que respondas. te estaba haciendo una pregunta trampa.

guía paras

VintageMagazineShop

bizarradas y revistas de épocas ya pasadas y felices. Hello! especial con murió lady di, firma de roger moore sobre una postal de biarritz.

con ayuda de una caja de cerillas, el mago comenzó a ejecutar milagros, uno tras otro. "y eso no es lo mejor", dijo al terminar, cuando ya nos ibamos. "tú también puedes hacer magia si compras este kit". entonces me di cuenta de su ridículo sombrero de cowboy.